martes, 16 de diciembre de 2008

Ya vinimos del Sahara

No se por donde empezar, ha sido un maravilloso viaje, con sentimientos que no se pueden explicar pero lo único que podemos decir es que venimos con las ganas de volver el año que viene otra vez y aconsejar a las demás familias que vayan.
Nos hemos encontrado allí una maravillosa familia que nos ha acogido como uno de ellos, eramos reyes, siempre atendidos por todos ellos. Intentando que fueramos los más felices posible y no nos faltara de nada.
Lo primero que nos dieron fue una habitación para nosotros con sus colchones y cinco mantas, si cinco, que ellos se quedan sin mantas pero tu no pasas frio.

En cuanto a la comida, todos los días nos pusieron pinchos de camello, que están bien buenos, además nos hicieron arroz con pollo, cuscus. Además tuvieron cabra porque estuvimos en la fiesta del cordero y todas las familias matan una cabra.

Además todos los días la madre nos hacía un pan y un bizcocho para merendar.




En cuanto a los niños, siempre rodeados de ellos, nosotros llevamos muchos caramelos para éstos, los que agradecieron todos con una sonrisa.

Se le celebró el cumple a Daha, fue un día maravilloso, además de para él y toda la familia,para nosotros. Todos sus hermanos y primos, junto a sus tias rutaron disfrutaron del biscocho que hizo su madre, de las galletas y los zumitos. Para terminar le pusimos una piñata de la que cayeron muchos caramelos de los que todos mayores y niños se llenaron los bolsillos.

Nos pusieron la henna, era maravilloso como toda la familia alrededor de nosotros se dedicaban a que saliera lo mejor posible. Todos vinieron a ver como quedaba.



Además estuvimos en una boda saharaui, donde el día antes todos van a una jaima grande a cantar y bailar, dónde no aparecen ni el novio ni la novia. El día que se casan sólo el novio va a la fiesta, para nosotros nos resulto un poco extraño, pero es su cultura.



El día de pascua nos vestimos de saharauis, nos regalaraon los trajes además de los zapatos y estuvimos todo el día vestidos como ellos.

El último día estuvimos en un colegio y una guardería, allí vimos como la falta de material escolar se nota, peros todos los niños van al cole con ucha ilusión a las 8 de la mañana. Las guarderías están muy bien decoradas. La amabilidad de los profesores y la sonrisa de los niños con nosotros es de agradecer.

Como resumen, comentamos que nos hemos venido muy tranquilos y felices porque hemos visto que ellos viven muy felices, porque aparte de la pobreza en la que viven los niños y los mayores siempre tienen la sonrisa en la cara.


Viven en sus jaimas y casas de adobe, cubiertas de alfombras y con la costumbre del rito del té.
Están casi todo el día tomando té, no tienen prisas, tienen tiempo para todo. Su vida son sus cabras, dar de comer a sus hijos y hacer que todo el que vaya sea feliz. Allí nada se tira, todas las sobras se guardan para llevarselas dos veces al día a las cabras.